La planificación es un proceso gradual, por el que se establece el esfuerzo necesario para cumplir con los objetivos de un proyecto en un tiempo u horario que se debe cumplir para que la planificación sea exitosa. En este proceso permite además, refinar los objetivos que dieron origen al proyecto.
Existen diferentes herramientas y técnicas para abordar la planificación de un proyecto, las cuales permiten definir el curso de acción a seguir, que será tomado como base durante la ejecución del mismo.
Si bien la planificación define las acciones a seguir, durante la ejecución puede existir necesidad de cambios respecto de lo definido originalmente, los mismos servirán de punto de partida para un nuevo análisis y una nueva planificación de ser requerido.
A continuación me voy a centrar, concretamente, en la planificación educativa.
La educación podemos considerarla como una actividad intencional cuyo desarrollo exige una planificación que concrete el currículo en propuestas susceptibles de ser llevadas a cabo. Esta actividad de concreción compete esencialmente al profesor que es el responsable último de la acción educativa ante los alumnos.
Con independencia de cuál sea el proyecto y el modo de llevarlo a la práctica, lo cierto es que el profesor asume, cuando programa, un papel de agente directo en la acción educativa. Es el último, pero a la postre, el principal agente de la concreción del currículo. En este punto creemos que descansa el papel de protagonistas que juegan los profesores en todos los procesos de reforma educativa donde se acomete una modificación de los contenidos curriculares.
La habilidad para planificar se considera un aspecto fundamental dentro de las competencias que definen el rol profesional de los profesores. Es el aspecto central de la fase preactiva, es decir, del período anterior a la instrucción directa con el alumno. Por otra parte, a lo largo de los años de formación inicial, los profesores reciben un entrenamiento específico en tareas de planificación y programación del currículo.
La administración educativa exige normalmente, entre los requisitos de acceso al ejercicio de la profesión docente, una programación de la actividad a desempeñar. Del mismo modo, cada año, al principio del curso escolar, en todos los centros de enseñanza primaria y secundaria, los profesores abordan diversas tareas relacionadas con el diseño curricular, los proyectos curriculares de centro y las programaciones de aula.
Clark y Peterson (1986) hicieron una revisión de los trabajos donde se analiza el contenido de las competencias del profesor como programador o planificador de la actividad docente. Según los autores mencionados, en sus conclusiones indican que la planificación se entiende de dos formas diferentes:
• En primer lugar, se concibe la planificación como un conjunto de procesos psicológicos a través de los cuales la persona se representa el futuro, estudia los medios y los fines para acceder a él, y construye un marco o estructura de referencia que le sirve de guía en su actuación para la consecución de las metas programadas.
• En segundo lugar, la planificación también se entiende como aquello que hacen los profesores cuando dicen estar programando o planificando la enseñanza. Este segundo aspecto es el que ha centrado la mayor parte de la atención de las investigaciones sobre planificación.
La planificación es, pues, un proceso secuencias a través del cual se establecen una serie de pasos que conducen la enseñanza a una meta final.
Una planificación eficaz requiere poner en marcha una serie de habilidades cognitivas, que no siempre resultan conscientes para el que planifica.
Las investigaciones sobre la planificación registran la periodicidad con que los profesores realizan sus planes y las funciones que desempeña la planificación. Los resultados más interesantes, obtenidos en el estudio de este tópico educativo, podemos resumirlos en los siguientes aspectos:
a) No parece existir un mismo modo de concebir y realizar la planificación escolar (la programación).
b) La planificación, desde el punto de vista temporal, es un proceso previo que anticipa situaciones concretas de enseñanza. Casi nunca se investiga como un proceso que tenga lugar en el curso de la actividad de enseñar.
c) La planificación de temas o lecciones concretas que se van a impartir de modo inmediato es la que tiene mayor nivel de aceptación.
d) Los maestros con experiencia atribuyen escaso valor a la planificación hasta el extremo de considerarla más como simple requisito exigido o impuesto por la administración educativa que corno una actividad práctica de la que se deduzcan notables beneficios para la enseñanza.
e) Los estudios tienen cierta serenidad, pues la mayor parte de ellos se ha realizado con maestros de enseñanza primaria.
Una vez abordado el tema de la planificación escolar desde un punto de vista general, lo abordo desde un punto de vista personal.
Con respecto a mi experiencia, la planificación educativa es un aspecto que he llevado a cabo desde que tengo uso de razón, o desde que recibo educación.
Al comenzar un nuevo curso (ya sea 6º de Educación Primaria, 2º de Bachillerato, 1º del Grado de Pedagogía...) llevo a cabo una planificación. Una planificación de los contenidos que voy a aprender, de las actividades o trabajos que tengo que realizar y entregar o de mi estudio personal para la realización de exámenes. Cuando planificas tus estudios, todo es más fácil y llevadero. Con esto quiero decir que la planificación desempeña una función muy importante en el ámbito educativo, ya que no es lo mismo llevar a cabo un plan sobre todo lo que vas a realizar a la largo del curso, que tener todo desordenado y no tener claro qué es lo que tienes que hacer. Esto no ocurre solo en educación, sino en muchos aspectos de la vida cotidiana.
En primer lugar, para llevar a cabo una planificación, primero hay que tener muy claro los objetivos y metas que se quieren o pretenden conseguir. Creo que los objetivos y la planificación van cogidos de la mano, y que sin los objetivos la planificación sería desastrosa o imposible.
Una vez abordado el tema de la planificación escolar desde un punto de vista general, lo abordo desde un punto de vista personal.
Con respecto a mi experiencia, la planificación educativa es un aspecto que he llevado a cabo desde que tengo uso de razón, o desde que recibo educación.
Al comenzar un nuevo curso (ya sea 6º de Educación Primaria, 2º de Bachillerato, 1º del Grado de Pedagogía...) llevo a cabo una planificación. Una planificación de los contenidos que voy a aprender, de las actividades o trabajos que tengo que realizar y entregar o de mi estudio personal para la realización de exámenes. Cuando planificas tus estudios, todo es más fácil y llevadero. Con esto quiero decir que la planificación desempeña una función muy importante en el ámbito educativo, ya que no es lo mismo llevar a cabo un plan sobre todo lo que vas a realizar a la largo del curso, que tener todo desordenado y no tener claro qué es lo que tienes que hacer. Esto no ocurre solo en educación, sino en muchos aspectos de la vida cotidiana.
En primer lugar, para llevar a cabo una planificación, primero hay que tener muy claro los objetivos y metas que se quieren o pretenden conseguir. Creo que los objetivos y la planificación van cogidos de la mano, y que sin los objetivos la planificación sería desastrosa o imposible.